Desarrollo Comunitario + Gestión Cultural = Arte Comunitario.

El desarrollo comunitario es un proceso donde los miembros de una comunidad se unen para realizar acciones colectivas y generar soluciones a problemas comunes buscando crear sociedades sostenibles, cohesionadas e inclusivas, y regidas por principios de equidad y justicia.

Es un término amplio que se otorga a las prácticas de los líderes cívicos, activistas, ciudadanos comprometidos y profesionales para mejorar diversos aspectos de las comunidades, por lo general con el objetivo de construir comunidades locales más fuertes y más resistentes

El término Gestión Cultural podemos observarlo principalmente desde dos perspectivas, separando para esto las dos partes esenciales que lo componen.

  1. En primer lugar, la Gestión se entiende como un proceso de acciones y toma de decisiones que incluye el abordaje, estudio y comprensión de un problema o fenómeno social, hasta el diseño y puesta en práctica de estrategias y propuestas de mitigación y/o solución. Los tres principios fundamentales de la Gestión son: Participación, Organización y Democracia. La Gestión cuenta, por un lado, con un carácter activo ligado a la guerra y a la estrategia, y, por el otro, con un carácter cultural que se enfoca al reconocimiento de la identidad, historia y las prácticas culturales de las comunidades.
  2. En segundo lugar tenemos a la cultura, entendida esta misma como: ''Los conjuntos de saberes, creencias y pautas de conducta de un grupo social, incluyendo los medios materiales que usan sus miembros para comunicarse entre sí y resolver necesidades de todo tipo''.

Partiendo de éstas ideas, podemos decir que la labor del Gestor/a Cultural, se basa en el diseño y puesta en marcha de proyectos que buscan atender problemáticas y necesidades sociales a través de la creación de bienes culturales partiendo de la participación y el aprendizaje colectivo, continuo y abierto de un sector de la población determinado. Ese “vértigo de las imprecisiones” (García Canclini, 2004) que produce el término para quienes le estudian, confunde los caminos de esa profesión que desde los años 80 se conoce como gestión cultural. La multiplicidad de abordajes sobre su objeto dispersa los alcances, las metodologías y los fines hacia los que se orienta.

La Gestión Cultural es definida como un área de estudio interdisciplinario que ha tomado fuerza en los últimos años en diversas universidades de México. Sin embargo, no todas las universidades que lo ofrecen responden a los intereses humanistas del gestor como lo es en el caso del voluntariado, ni es un recurso de una comunidad, organización, partido político o algún otro ente social.

Con el pasar de los años las nuevas políticas culturales públicas, la iniciativa privada y el desarrollo de la sociedad civil o iniciativa privada demandan individuos profesionales en el área capaces de no solo ser agentes de cambio proponiendo actividades sino también con una participación activa no solo en el sector cultural sino también en las áreas de educación, salud, vivienda, comercio, etc.

La gestión cultural tiene que ver con el fomento y reconocimiento de las prácticas  culturales con la generación de nuevos productos, la preservación de la memoria colectiva  y la conservación de los bienes culturales con sus significados, de manera que el gestor cultural promueve, motiva, diseña y lleva a cabo proyectos culturales que cumplan con el objetivo de que un producto o servicio cultural llegue al mayor público posible, procurando los intereses de determinada comunidad y por lo tanto también los derechos culturales de quienes desean acceder a esos bienes culturales como podrían ser videos, discos, libros, productos comestibles elaborados de manera tradicional, u otras obras de arte como pinturas o esculturas que se desee promover o comercializar.

El arte comunitario o arte basado en la comunidad se refiere a prácticas artísticas que privilegian las experiencias en un entorno comunitario.​ Las obras de este género son promovidas por artistas individuales o instituciones para generar la interacción y el diálogo en la comunidad, involucrando actores sociales que no tienen relación con el entorno de las artes. El arte comunitario es de carácter participativo, inclusivo y experimental. Privilegia la realización de proyectos que promueven cambios sociales de interés a la comunidad al individuo y a su territorio de arraigo​. El término se definió a finales de la década de 1960 y generó un movimiento que creció en los Estados Unidos, Canadá, los Países Bajos, el Reino Unido, Irlanda y Australia.

El concepto de arte público “evoluciona” desde mediados del Siglo XX a raíz de los cambios que propician nuevas esfera artística sufren nuevos conceptos con las revoluciones de las vanguardias y sus cosmovisiones: cuando el arte comienza a salir de los circuitos comerciales y los museos, expande sus posibilidades hacia otros formatos más conceptuales y experimentales, produciéndose un punto de inflexión que genera una necesidad de re-pensar las categorías.​ Con el surgimiento de diferentes corrientes artísticas desde los años 60, y de la influencia de los activismos, el arte en los espacios públicos amplía su tradicional función conmemorativa. Sumada al proceso de desmaterialización de la obra de arte producido por influjo de las corrientes conceptualistas, los artistas apuestan por nuevos métodos de performance e intervención en la esfera pública. 

Estos trabajos recibirán diferentes denominaciones: arte de paisaje (land art), earthworks, arte site-specific, arte contextual, arte con un interés público,​ y entre ellos, arte comunitario. Estas denominaciones surgen en el seno del debate por conceptualizar nuevos géneros de arte público. Este último caracterizado por incluir prácticas artísticas que promovían la atención hacia luchas políticas y sociales.

Estas prácticas comparten características con otras modalidades bajo las que se conciben los nuevos géneros de arte público:

“En ellos confluyen el activismo social, la redefinición de audiencias, la relevancia de los colectivos marginados y una metodología de colaboración. El arte se defiende como poder político, que potencia diferentes formas de asociación. Son trabajos menos concretos y menos simples, generalmente de naturaleza efímera, y con una inestabilidad interpretativa característica del arte conceptual. A estas propuestas se les denomina cada vez más "arte basado en la comunidad", es decir, proyectos que son realizados por artistas que crean grupos con otros artistas o individuos no relacionados con arte en comunidades concretas”.

El artista que trabaja en estos proyectos, se compromete con la comunidad o colectivos fomentando mediante el diálogo, procesos de empoderamiento.  Se transforma así en un organizador – cooperador con múltiples roles, propicia redes de trabajo y vínculos con las comunidades y agentes involucrados.  El valor de estas actividades reside en su facultad de despertar un proceso continuo de crítica social y la creación de nuevas narrativas locales.

Las propuestas de arte comunitario muchas veces tienen que ver con una re-valorización de los entornos empobrecidos, como en el caso del gran mural diseñado y promovido por la artista chicana Judy Baca, conocido como Great Wall of Los Angeles.  Otros modelos de arte comunitario se relacionan con proyectos de solución de conflictos, activismo medioambiental, empoderamiento de colectivos y grupos subalternos o minorías, o incluso propuestas terapéuticas y no se desarrollan con fines exhibitivos.

JFMO Servicios en Intermediación Publica, conjuntamente con el Taller de Arte Objetivo del Artista Plástico Mauricio Moliere con instituciones privadas de educación superior, encabezaron diversas exposiciones enfocadas a la divulgación de la Declaración Universal de los Derechos del Animal con la elaboración de una propuesta Legislativa para la Ley General de los Derechos del Animal.

El Arte Comunitario es un excelente mecanismo de divulgación y sensibilización a la sociedad en temas de impacto social, para promover propuestas legislativas, programas sociales o iniciativas de inclusión social, exposiciones o muestras colectivas.

NOTA.

Juan Francisco Martínez Ortiz*, Cruz de Mérito y Medalla Conmemorativa de la Cruz de Distinción de la Diadema Real de Marina; Doctor of Community Development, Honoris Causa; Doctor en Humanitarismo, Honoris Causa; Certificado de Calidad Profesional en Intermediación Pública.

*Professional Certificate in Literature Review Process and Structure; Professional Certificate in Research Philosophy and Principles; y Professional Certificate in Corporate Governance and Social Responsibility; Professional Certificate in Corporate Social Responsibility: Concepts and Models

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