TÍTULOS NOBILIARIOS ANTIGUOS


Que es el título de Barón?

Es el quinto título nobiliario en toda la escala de dignidades que existen desde el siglo VII. Este título según el orden, viene justo después del título vizconde y antes de Señor.

En la antigüedad se le atribuía este nombre a aquellos señores feudales que frecuentaban al rey. En la actualidad, generalmente es designado a hombres de gran poder e influencia dentro de una organización política, institución o empresa. Es típico de Europa y es asignado por el rey o jerarca a algún miembro de la alta nobleza.

Es importante recordar nuevamente, que exclusivamente se atribuye el título para referirse a las personas que tienen poder e influencia dentro de una empresa u organización.

Particularmente, en España su uso es frecuente en el ámbito de la política, para referirse a la persona más influyente en el partido político.

En el caso de Partido Socialista Obrero Español (PSOE) se le llama barón al que ha ejercido un papel importante en el partido. Mientras que en el PP lo utilizan para referirse a los líderes autonómicos influyentes.

Competencias de un Barón.

El que una persona se le haya concedido el título de barón no implica que reciba junto al nombramiento algunas competencias o privilegios.

Sólo se trata de una distinción honorífica que conlleva un tratamiento de Excelentísimo o su excelencia.

Cabe destacar que este título nobiliario, pese que es uno de los de menor rango entre los pares del reino, el grado de nobleza que tiene es muy importante.

El título es una distinción especial por tratarse de un nombramiento poco común, como otros títulos nobiliarios.

Requisitos para ser un Barón.

Todos los títulos nobiliarios son concedidos por el Rey o jerarca, para conferirlos se basan en su criterio de que la persona cumpla con tan alta distinción. Para el caso de barón, este debe ser una persona muy cercana a la corona y poseer alta clase social. Es la manera en que el Rey le muestra su gratitud, por su lealtad y servicio.



El término "conde" posee varias aceptaciones, como título nobiliario, como Gobernador o comarca en el sistema feudal.

En la alta Edad Media era el monarca quien confería esta dignidad para que realizaran misiones militares o civiles. Sin embargo, esta no era la única labor que implicaba ser un conde.

Descubre cómo se concedía este título y todo lo referente a continuación:

¿Qué es un conde?

Al hacer referencia a un conde se está indicando que es poseedor de uno de los títulos europeos con los que los monarcas mostraban lo agradecido que estaban con ciertas personas.

Antiguamente, el título nobiliario de Conde era concedido y con él se le agregaban muchos privilegios a la persona. Por ejemplo, recibía extensiones de terrenos o quedaba exento de impuestos, entre otros privilegios.

La forma femenina de referirse a una mujer con este título nobiliario es, “Condesa” y en el señorío es “Condado”. El cónyuge de quien posee el título se le es conocido como Conde o Condesa.

El origen se deriva del antiguo Imperio Romano, de los acompañantes del emperador, los “comites”.

Historia del título conde.

La palabra conde proviene de una expresión latina que significa compañero. En el antiguo Imperio Romano, este título se empleó para designar a los que estaban acompañando siempre a los emperadores en sus viajes.

Aunque muchos opinan que este título era conocido con anterioridad, en el tiempo de la república, el título conde se comenzó a considerar como dignidad luego del imperio de Constantino. Fue a partir de ese momento, cuando se nombró a condes para que brindaran servicios de tierra y de mar en asuntos de guerra, paz y religión.

En España existieron títulos de condes en el tiempo de los godos y en los primeros siglos de la monarquía legionense. Para ese momento, se consideraba el título de conde como un cargo administrativo y no de honor como se considera actualmente.

Existían los condes palatinos y los condes de provincias. Condes palatinos Su responsabilidad era la de cuidar, manejar todos los oficios de la corte y la servidumbre del rey en su palacio:

Conde cubiculario: Tenía un puesto de mayor responsabilidad en el palacio como camarero.

Conde de la pincerna: Ejercía como el Mayordomo Mayor.

Conde de la copa: Era el responsable de la comida del palacio real, en especial, lo que se serviría en la mesa real.

Conde de los notarios: En su labor como canciller mayor, ejercía como tesorero de las rentas reales.

Condes de Provincias: Los condes de provincias reunían las jurisdicciones políticas, civiles y militares de todos los distritos que eran confiados a su poder y recibían el nombre de “Condado”.

En este caso, el empleo de estos privilegio o labores no eran vitalicias y tampoco eran hereditarios. Se trataban de labores temporales que eran concedidas dependiendo de los méritos, habilidades y servicios de dicho gobernante o magistrados. Jerarquía de un conde.

En la escala nobiliaria, el título de conde le corresponde el tercer puesto de dignidades, y es el más antiguo de los títulos, pues se lleva usando desde el siglo VII.

El conde es propietario de un condado, bajo el mandato de Carlomagno los condes ejercían como gobernadores de provincias completas y se les designaba el título de manera vitalicia, pero nunca hereditaria.

Fue luego del siglo XI que el título de conde fue aceptado como transmisible de padre a hijo.

VITALICIO: Quiere decir que quien ostenta de este título, es poseedor de él hasta su muerte.

PERPETUO: Se trata de un privilegio de poseer el título de conde hasta la muerte y poder pasarlos a sus herederos.

CONCESIÓN: El título es otorgado a personas que son consideradas como merecedoras de este título de nobleza. Para esto debe demostrar sus habilidades en la organización y administración. De esta manera demuestra que por sus méritos puede ser un conde.

HERENCIA: Se puede obtener el título de conde por vía de sucesión.

MATRIMONIO: Cuando se realiza nupcias, los consortes de las personas que ostentan el título, automáticamente, se le concede el título de conde o condesa.

Requisitos para ser conde.

Para poder ostentar el título de conde, la persona puede obtenerlo de diversas maneras y cada una con requisitos diferentes: El título debe ser concedió por una Letra Patente de concesión, es un título “ex novo”. Puede hacerse una renovación del título, cuando son reivindicados por las personas que se consideran merecedoras del título. Por lo general, esto ocurre cuando se extingue la sucesión del título por falta de herederos o porque el título lo posee alguien no merecedor.

Reconocimiento del título, cuando el título es concedido en un país extranjero debe hacerse los trámites para que se le reconozca en el país en el que lo desee usar. Este reconocimiento se asemeja a la confirmación o la autentificación del título. En un principio estos títulos de conde y de duque eran concedidos a personas que ejercían alguna tarea militar.

Los títulos nobiliarios son concedidos por los Reyes, Príncipes, Archiduques o Grandes Duques de las naciones europeas. Solo es otorgado a personas que sean ciudadanos del país o en el caso de los extranjeros se les confiere como reconocimiento por su trayectoria sobresaliente.

El título de conde es uno de los más altos reconocimientos que conceden los monarcas.

Actualmente, la persona que sea portadora del título nobiliario de conde o de condesa, no tiene ningún privilegio especial por ser conde, hoy día solo es un título simbólico.


Landgrave fue un título nobiliario usado normalmente en el Sacro Imperio Romano Germánico y después en los territorios derivados de éste, comparable al de príncipe soberano, aunque etimológicamente significa conde de un país, teniendo un deber feudal directamente con el emperador.

Su jurisdicción se expandía en ocasiones a extensiones considerables, sin estar sometido a un cargo intermedio, como duque, obispo o conde palatino.

El landgrave ejercía derechos de soberanía; su poder de decisión era comparable al de príncipe.

El término apareció por primera vez en la Baja Lotaringia en 1086.

La forma femenina es landgravina; el cargo o el territorio gobernado por el landgrave es el landgraviato.

Estos tres títulos nobiliarios considerados como "señorios" del Sacro Imperio Romano Germánico, fueron de gran poder e influencia en la antigüedad tardía (sig. III al VIII) y el medievo ( sig. IX al XIV).

NOTA.
Juan Francisco Martínez Ortiz*, Cruz de Mérito y Medalla Conmemorativa de la Cruz de Distinción de la Diadema Real de Marina; Doctor of Community Development, Honoris Causa; Doctor en Humanitarismo, Honoris Causa.


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